miércoles, 26 de noviembre de 2008

Haber trabajado 3 años en un call center (2 año y medio en uno, medio año en otro) es un poco como haber sido mujer golpeada....un poco mucho.
No se como es que tu marido te pegue, porque nunca me pasó...pero puedo intuir que los mecanismos de la violencia doméstica son tangentes a los de la violencia laboral en muchas ocasiones. O al menos asi lo siento yo.
Así que como muchas mujeres golpeadas que logran huir de sus pasados violentos y armar una nueva vida, lo que yo hize cuando dejé el call fue olvidar, cerrar la persiana.
Porque? porque esos 3 años dolían...no solo dolian los recuerdos en si de la imparable maquina de provocar angustia que se me había metido adentro del alma sin que yo me diese cuenta casi, tambien que dolía recordar todo lo hecho para detenerla, sin resultado.
Asi que forzé el olvido...como si semejante cosa pudisese hacerse.
No, dream on... todo lo que molestaba seguia ahi , sigue ahi...Asi que mejor hacer algo, enfrentarlo por algun lado, como una especie de terapia...escribirlo, leer lo que han escrito otros, hablarlo con otras victimas hasta el hartazgo, pasar la bola, hacerlo saber...
Con todo mi respeto a las diferencias...pero con todo sentimiento a las similitudes: es como ser sobreviviente de Auschwitz, es como tener un numero marcado en el brazo, es triste, pero despues de eso, hay vida, hay gente, hay trabajo, hay todo...y a esos chicos que siguen ahi adentro hay que hacerselo saber y los call tendrían que dejar de existir para siempre.


Erase una vez un reino...donde yo fui reina

La nada
Todo
No se